Contar con las herramientas adecuadas facilita mucho el trabajo en el jardín y puede marcar la diferencia entre una tarea rápida y un esfuerzo cansado. Las herramientas básicas incluyen la pala, el rastrillo, las tijeras de podar, la manguera o regadera, y los guantes de protección.
Al elegirlas, es importante priorizar la calidad y la comodidad para evitar lesiones o fatiga, especialmente si dedicas mucho tiempo al cuidado del jardín. También conviene conocer el uso correcto de cada herramienta para aprovechar al máximo su función y evitar daños a las plantas. Por último, mantén tus herramientas limpias y afiladas; un buen mantenimiento las hará durar más y trabajar mejor. Con estas bases, tendrás un jardín que cuidar será más un placer que una obligación.

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